I S A B E L L A
Desde el momento en que el peritaje del psicólogo concluyó en la Fiscalía con un “mijita, usted no está bien, debe ver un psiquiatra para que la medique”, Isabella decidió buscar ayuda, según los especialistas, no iba a poder lidiar con la situación sin revisión externa. Gracias a su oportunidad de recursos y el apoyo de su hermano, visitó un psiquiatra por primera vez en su vida.
Le recetaron calmantes (gotas) y antidepresivos, mismos que tuvo que tomar por aproximadamente un año.
Por otro lado, continúa lidiando con los atracones que tuvo en la época del reinado de Guayaquil: “Hasta hoy lucho con ello, a pesar de todos los años que han pasado”.
Nota: El trastorno por atracón es una condición en la cual la persona come generalmente una cantidad de comida mucho mayor de lo normal, todo al mismo tiempo. La persona se siente fuera de control durante estos atracones.
Fotografía cortesía de @IsabellaNuques
Además, Nuques cuenta que le continúa ‘perturbando’ el hecho de que su agresor esté suelto, y además, sea un entrenador de crossfit, ya que al momento en que la UNASE realizó el peritaje, encontraron varias fotografías de su actual pareja, de la misma forma en que operaba con Isabella años atrás.
“Me crea impotencia que no exista una verdadera ley para castigar a este tipo de agresores…”.
Nota: Actualmente la Asamblea Nacional del Ecuador se encuentra analizando una Ley Reformatoria del Código Orgánico Integral Penal (COIP) que sancione la violencia digital. Con las regulaciones, el ciberacoso sexual tendría una sanción de 5 a 7 años; y, de 7 a 10 años si la víctima es mujer, menor de dieciocho años o discapacitada.
I V A N A, L A U R A & S O F Í A
Laura vive con miedo desde 2018, cuenta que no podía subir una foto en traje de baño, aunque en 2020 logró hacerlo; pero recibió comentarios de rechazo. "En 2020 subí la primera vez en mi vida una foto en bikini y lo primero que me dijeron fue por qué si tienes a una persona detrás tuyo lo haces (...) me sentí mal, no puedo seguir mi vida normal, porque una persona me sigue molestando y es como darle ‘papaya’ (...) pero qué hago, no puedo hacer nada".
Además, ese mismo año Laura comenzó a normalizar o como ella lo describe "echarse al dolor" de sus constantes acosos. Lo que causó que Laura tome esa posición fue que en marzo de 2020 la llamó un amigo para ir a la piscina, a los dos minutos que terminó la llamada le escribieron desde una cuenta falsa por Instagram diciendo que disfrutara su día en la piscina.
"Creo que desde ese día me rendí. Lloré todo el día con mi amigo y él intentaba calmar, pero ese día yo acepté y me dije no esto no va a parar nunca, así me ponga de cabeza, queme mi celular, así queme mi vida social esto va a seguir siempre. Así que ya, ahí me eché al dolor".
A Ivana hasta hoy el hecho que pasó la llena de inseguridades cuando tiene que formar lazos con nuevas personas. Pues dice que es algo que lleva siempre consigo; como su "currículum vitae".
"A mi me daba mucha, no vergüenza, sino tristeza porque pensaba que si me llegaban a acosar de nuevo, esto le pueda llegar a afectar también a mi pareja (...) yo no sé cuando esto vuelva a suceder, no sé cuando me ataquen de nuevo y esto le agarre de sorpresa a la otra persona".
Ivana recalca que su experiencia de acoso no ha quedado en el pasado, así lo anhela, pero sabe que no es su realidad actualmente. Esa es la razón por la que no puede dejar que su celular se apague; sigue viviendo con el miedo de que la ataquen de nuevo.
"Mi celular se apaga y a mi me entra una crisis horrible de que tengo que prenderlo porque siento que en cualquier momento me va a llegar un mensaje diciéndome que crearon esta cuenta con tu nombre, u oye me pasaron esta foto tuya, (...) yo siempre traté de tener el control aunque sea diciendo que bloqueen, borren y reporten, (...) si mi celular (...) no voy a poder hacer nada, o yo no voy a tener acceso a mis cuentas. Ese es mi día a día".